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La Facultad de Ciencias Naturales (FCN) es una unidad académica que se destaca por su compromiso con la educación de calidad, la investigación de impacto y la vinculación social. Con presencia en cinco campus estratégicos, la FCN ofrece un enfoque multidisciplinario que responde a las necesidades de la sociedad en temas como salud humana, animal y medio ambiente.
Esta unidad académica tiene una estructura única dentro de la UAQ, con actividades en los campus de Juriquilla, Amazcala, Camargo, Aeropuerto y Concá. Cada uno de ellos está diseñado para atender necesidades específicas:
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Campus Juriquilla: Aquí se concentran las licenciaturas de Veterinaria, Nutrición, Horticultura Ambiental y Biología. Este campus también cuenta con instalaciones destacadas como un hospital veterinario de pequeñas especies, una clínica de nutrición, un herpetario, un jardín biológico, un herbario y senderos interpretativos que combinan investigación, docencia y conservación ambiental, entre otros espacios.
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Campus Amazcala: Este espacio es esencial para la práctica de estudiantes de Veterinaria y Horticultura Ambiental. Cuenta con granjas de cerdos, áreas de cultivo y un hospital veterinario de grandes especies único en la región, enfocado en el cuidado de equinos.
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Campus Camargo: Ubicado en la Sierra Gorda, este campus fortalece la vinculación social mediante proyectos que impactan directamente a comunidades locales, ayudando a mejorar su calidad de vida.
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Campus Aeropuerto: Alberga la única licenciatura en Microbiología del país y el programa de Geografía Ambiental. Además, cuenta con invernaderos de investigación y docencia, así como con diversos laboratorios de investigación, en donde se realizan trabajos sobre calidad de agua y suelos.
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Campus Concá: Rodeado de belleza natural y con un río que lo atraviesa, este campus ofrece la licenciatura en Producción Agropecuaria Sustentable, enfocada en agricultura responsable.
La facultad cuenta con 7 licenciaturas y 8 programas de posgrado, que incluyen maestrías, especialidades y un doctorado. Destacan programas como la Maestría en Ciencias de la Nutrición Humana y el Doctorado en Ciencias Biológicas, ambos respaldados por becas del CONAHCYT. Este enfoque educativo está avalado por acreditaciones nacionales e internacionales, que reflejan un esfuerzo constante por alcanzar la excelencia.
Además, es un líder en investigación aplicada, con más de 70 investigadoras e investigadores reconocidos en el Sistema Nacional de Investigadores. Los proyectos abarcan desde la conservación de especies en peligro, como el jaguar, hasta estudios sobre cuencas hídricas y el control de plagas mediante microorganismos. Además, la facultad organiza encuentros científicos de relevancia internacional, como el reciente encuentro sobre garrapatas y enfermedades que transmiten.
En este sentido, destaca por su capacidad de conectar el conocimiento académico con las necesidades de la sociedad. Desde talleres para comunidades rurales hasta programas de conservación ambiental, los estudiantes y docentes de la FCN trabajan en la transformación de vidas a través de soluciones prácticas.
La infraestructura de la FCN es otro de sus puntos fuertes. Además de los hospitales veterinarios y los laboratorios especializados, la facultad cuenta con un banco de semillas para la preservación de recursos genéticos, senderos interpretativos para actividades educativas y espacios agrícolas productivos que combinan docencia e investigación.
Con 1,500 estudiantes, 170 docentes y 200 administrativos, la Facultad de Ciencias Naturales es un ejemplo de trabajo colaborativo. El fortalecimiento de la integración entre sus campus y programas ha sido una prioridad en los últimos años, logrando consolidar una comunidad académica diversa y activa.
Para más información sobre la Facultad de Ciencias Naturales, visita su página oficial: fcn.uaq.mx o síguelos en redes sociales:
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Facebook: @FacultadDeCienciasNaturales
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Instagram: @fcn_uaq


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La Universidad Autónoma de Querétaro llevó a cabo las ceremonias de entrega de dos prestigiosos reconocimientos: el Premio Hugo Gutiérrez Vega a las Artes y las Humanidades y el Premio Eduardo Loarca Castillo al Arte y la Cultura. Ambos galardones celebran el legado de dos figuras icónicas en el ámbito cultural y académico, quienes dedicaron su vida a enriquecer el arte y las humanidades en Querétaro y México. Estas distinciones se otorgaron a personas que, con su creatividad y compromiso, han dejado una huella en sus respectivas disciplinas y continúan inspirando a la comunidad universitaria y a la sociedad. La entrega de estos premios reafirma el compromiso de la UAQ de impulsar la cultura y honrar a quienes promueven el desarrollo artístico y cultural en beneficio de la humanidad.
Premio Hugo Gutiérrez Vega a las Artes y las Humanidades
La Universidad Autónoma de Querétaro otorgó, en su 14° edició, el Premio Hugo Gutiérrez Vega a la Dra. Rigoberta Menchú Tum, destacada activista y Premio Nobel de la Paz, como reconocimiento a su incansable lucha por los derechos humanos y su compromiso con la justicia social. Desde su infancia en Chimel, Guatemala, Menchú Tum enfrentó de cerca la represión y la violencia que azotaban a su comunidad maya, experiencias que moldearon su vida y su causa. Exiliada en México, su labor se extendió a nivel internacional, promoviendo los derechos de los pueblos indígenas y la paz en todo el mundo.
Su legado está plasmado en su obra "Yo, Rigoberta Menchú", y en su continuo trabajo a través de la Fundación Rigoberta Menchú Tum, donde impulsa proyectos de educación, derechos humanos y sustentabilidad. Al honrarla con este galardón, la UAQ reconoce la valentía y perseverancia de una mujer que, como el poeta Hugo Gutiérrez Vega, dedica su vida a la construcción de un mundo más justo y digno.
En su discurso durante la entrega, la Dra. Menchú Tum expresó su agradecimiento por recibir este premio en una emotiva intervención, destacando la importancia de la conexión con sus raíces mayas y el simbolismo de honrar al poeta Gutiérrez Vega en su lengua ancestral. Señaló que, para ella, recibir el premio es un acto de continuidad histórica, una manera de rendir tributo a las generaciones pasadas y de dejar una huella que inspire a las futuras. Reflexionó sobre el valor del humanismo y la misión de cada ser humano en la Tierra, destacando que el verdadero liderazgo y legado se construyen desde la humildad y el servicio. Menchú cerró sus palabras con un llamado a la paz como armonía y respeto mutuo, agradeciendo la oportunidad de celebrar en la Universidad Autónoma de Querétaro un reconocimiento que, en sus palabras, "no me pertenece a mí, le pertenece a la memoria, le pertenece a la historia, le pertenece a las nuevas generaciones."
Premio Eduardo Loarca Castillo al Arte y la Cultura
La pianista Guadalupe Parrondo recibió el Premio Eduardo Loarca Castillo en reconocimiento a su destacada trayectoria musical y su contribución a la difusión de la cultura queretana. Hija de padre mexicano y madre peruana, Parrondo comenzó su carrera pianística a temprana edad, y su talento la ha llevado a presentarse en los escenarios más importantes de México y del mundo. Su amplia trayectoria incluye colaboraciones con reconocidas orquestas y directores internacionales, así como la interpretación de compositores queretanos en su repertorio. La Universidad celebra su legado como una de las pianistas contemporáneas más notables de México, y agradece profundamente su labor enalteciendo el arte musical.
Al recibir el Premio, en su 4° edición, Guadalupe Parrondo expresó su profundo agradecimiento a la Universidad Autónoma de Querétaro por el reconocimiento a su trayectoria y su contribución a la difusión de la cultura queretana. Destacó la importancia de apoyar el arte y la cultura en México y subrayó que este premio es un estímulo para continuar compartiendo la música con el público, especialmente la obra de compositores queretanos.

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La Universidad Autónoma de Querétaro se ha destacado a lo largo de los años por su compromiso con la educación integral, en la que el arte y las humanidades ocupan un lugar central. Para nuestra institución, estas disciplinas representan algunas de las expresiones más sublimes del espíritu y la razón humana, donde se refleja la profundidad y creatividad del pensamiento. Reconociendo la importancia de estas áreas, la UAQ ha instaurado un prestigioso galardón para celebrar la labor de quienes han dejado huella en el ámbito de las artes y las humanidades a nivel nacional e internacional.
Este reconocimiento, denominado Premio Hugo Gutiérrez Vega a las Artes y las Humanidades, rinde homenaje a la vida y obra de uno de los más ilustres egresados y ex Rectores de la UAQ: el poeta Hugo Gutiérrez Vega. Doctor HONORIS CAUSA de nuestra Máxima Casa de Estudios, Gutiérrez Vega fue una figura destacada en el ámbito de la literatura y las humanidades, cuyo legado sigue inspirando a generaciones de estudiantes y académicos.
Con este galardón, la UAQ busca reconocer a personas que se han distinguido en la creación artística o en el campo de las humanidades, y que, a través de sus aportaciones, han enriquecido la cultura y el arte en beneficio de la humanidad. Este premio no solo celebra la excelencia artística y humanística, sino que también resalta el compromiso de la universidad con la formación de ciudadanos conscientes y comprometidos con la transformación social y cultural.
Este año, se llevó a cabo la 14° entrega de este galardón, a continuación compartimos un poco de la breve semblanza que hizo la Dra. Candi Uribe Pineda, directora de la Facultad de Psicología y Educación, sobre el Dr. Gutiérrez Vega:
Hugo Gutiérrez Vega, nacido en Guadalajara, Jalisco, el 20 de febrero de 1934, dejó una huella imborrable en la cultura y la educación de México. Poeta, diplomático, periodista cultural, gestor, profesor universitario y rector de la UAQ) dedicó su vida a promover el arte y las humanidades. Sus estudios lo llevaron a diversas ciudades del mundo: teatro en el Actors Studio de Nueva York, letras en Michigan, literatura en Roma y sociología de la comunicación en Londres.
Su carrera diplomática comenzó en 1963 y lo llevó a desempeñar cargos como consejero cultural en embajadas de México en Europa y América, así como cónsul en Brasil y embajador en Grecia, con misiones en Líbano, Chipre, Rumania y Moldavia. Además, colaboró con la UNESCO en proyectos en Irán y la Unión Soviética.
Entre sus numerosos reconocimientos destacan el Premio Nacional de Poesía (1975), el Premio Nacional de Periodismo en Difusión Cultural (1999), y el Premio Nacional de Ciencias y Artes (2013), entre otros. Su obra y su vida fueron testimonio de integridad y generosidad, como lo recuerda su esposa, Lucinda, y su trabajo impactó en instituciones como La Casa del Lago, la Revista de la Universidad de México y el suplemento cultural La Jornada Semanal.
La Universidad Autónoma de Querétaro honra su legado a través del Premio Hugo Gutiérrez Vega, que celebra a creadores en el ámbito de las artes y las humanidades. Este reconocimiento busca continuar su visión de un mundo más culto y humano, resignificando el legado del ilustre poeta y doctor honoris causa.

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El Premio Eduardo Loarca Castillo al Arte y la Cultura honra a aquellos individuos comprometidos con la creación artística y la reflexión en las humanidades, inspirados por el legado de un hombre multifacético y apasionado por su "patria chica": Querétaro. Este galardón es un tributo a la vida y obra de Eduardo Loarca Castillo, cuyo impacto en el ámbito cultural y artístico de Querétaro dejó una huella profunda y duradera.
En esta 4° entrega del galardón, la Lic. Adriana Pérez Loarca, compartió algunas palabras sobre Eduardo Loarca Castillo, quien fue un queretano de corazón y espíritu, un hombre que vivió para servir y engrandecer a su tierra. Su amor por la música comenzó en su juventud, cuando estudió en la Escuela de Música de Querétaro bajo la guía del canónigo Cirilo Conejo Roldán y otros grandes maestros. Posteriormente, sus estudios en el Conservatorio Nacional le permitieron aprender de figuras legendarias de la música mexicana, como Carlos Chávez, Silvestre Revueltas y José Pablo Moncayo. Este camino musical lo llevó a coordinar la enseñanza musical en el estado durante la década de los 50 y a compartir su talento como maestro en diversas escuelas, incluido el Instituto de Bellas Artes.
Loarca Castillo compuso cerca de 300 piezas musicales, abarcando desde obras religiosas hasta temas populares mexicanos. En 1966, su talento fue reconocido a nivel nacional cuando ganó el primer lugar en el Concurso Nacional para Musicalizar un Himno para Escuelas Secundarias. Además de su labor musical, su pasión por el patrimonio cultural lo llevó a convertirse en director del Museo Regional del Instituto Nacional de Antropología e Historia en 1971. Bajo su liderazgo, el museo se consolidó como el centro cultural más importante de Querétaro y publicó obras como Museo Regional de Querétaro, 50 años y La guía del Museo Regional de Querétaro.
En 1986, fue nombrado cronista de la ciudad de Santiago de Querétaro, un reconocimiento a su incansable labor por preservar y difundir la historia y grandeza de Querétaro a través de libros, crónicas y artículos periodísticos. Adriana Pérez Loarca, en una semblanza, lo describe como un hombre de altos valores, cuya vida fue una constante enseñanza tanto en las aulas como en su trato cotidiano. Su sencillez, generosidad y amor por su familia, alumnos y amigos lo convirtieron en un queretano entrañable.
El Premio Eduardo Loarca Castillo es más que un reconocimiento; es una celebración de los valores que Loarca defendió a lo largo de su vida: el amor por el arte, la cultura, la historia y, sobre todo, su devoción por Querétaro. Esta distinción busca inspirar a nuevas generaciones a continuar su labor, a crear y a preservar, a educar y a servir con la misma pasión que caracterizó al maestro Eduardo Loarca Castillo.