En este artículo la Dra. Selene Maya Ruiz, Coordinadora de Vinculación y Servicios Universitarios de la FLL, profundiza en la transversalización de una Cultura de Paz Universitaria, la cual implica integrar los principios y prácticas de la paz en todos los aspectos de la vida universitaria, desde la enseñanza y la investigación hasta la administración y la interacción entre los miembros de la comunidad académica.
En primer lugar, se deben incorporar temas relacionados con la paz, la resolución de conflictos, la justicia social y los derechos humanos en los planes de estudio de todas las disciplinas. Esto puede incluir cursos específicos sobre estudios de paz, así como la integración de perspectivas de paz en cursos existentes.
Promover la colaboración entre diferentes disciplinas para abordar problemas complejos relacionados con la paz y los conflictos también puede implicar la creación de programas interdisciplinarios o la colaboración entre departamentos para ofrecer cursos y proyectos de investigación que aborden cuestiones de paz desde múltiples perspectivas.
En segundo lugar, se debe de promover la investigación académica centrada en la paz, el conflicto y la resolución de conflictos. Esto implica apoyar financieramente y reconocer el trabajo de los investigadores que contribuyen al campo de los estudios de paz y fomentar la colaboración interdisciplinaria en temas relacionados con la paz.
Así mismo, se pueden organizar eventos, talleres y actividades extracurriculares que promuevan la sensibilización sobre temas de paz y faciliten el diálogo intercultural y la resolución de conflictos. Esto puede incluir conferencias, seminarios, grupos de discusión, proyectos comunitarios y programas de intercambio cultural.
Por una parte, desde las universidades se desarrollan políticas institucionales que fomentan un ambiente de respeto mutuo, inclusión y no violencia en el campus universitario. Esto puede incluir políticas contra la discriminación y el acoso, así como mecanismos efectivos para abordar los conflictos de manera pacífica y justa.
Por otra parte, se puede involucrar activamente a los estudiantes en la promoción de una cultura de paz, brindándoles oportunidades para liderar iniciativas, proyectos y campañas relacionadas con la paz y los derechos humanos. Esto puede incluir la formación de clubes estudiantiles, grupos de acción social y programas de voluntariado.
Dicho lo anterior, establecer alianzas y colaboraciones con organizaciones comunitarias, instituciones gubernamentales y otras universidades comprometidas con la promoción de la paz y la justicia social también aporta a la construcción de paz colectiva. Esto puede facilitar el intercambio de recursos, conocimientos y mejores prácticas en la construcción de una cultura de paz a nivel local y global.
Fomentar un liderazgo institucional comprometido con los valores de la paz, la justicia y la sostenibilidad implica que los líderes universitarios demuestren un firme compromiso con la promoción de una cultura de paz y actúen como modelos a seguir para toda la comunidad universitaria.
Finalmente, la transversalización de una cultura de paz en la currícula universitaria implica integrar los principios y prácticas de la paz en todos los aspectos del diseño y la implementación de los planes de estudio de las universidades. En este sentido, las universidades pueden desempeñar un papel crucial en la formación de profesionales capacitados y comprometidos con la promoción de la paz, la justicia y los derechos humanos en sus comunidades locales y en el mundo en general.
Para lograrlo se pueden integrar perspectivas de paz en cursos existentes con enfoque interdisciplinarios, enfoques prácticos y experienciales que desarrollen habilidades para la paz, todo esto acompañado de una evaluación y revisión continua mediante la incorporación de cursos específicos sobre paz y resolución de conflictos.