En el marco del mes de la no violencia y la migración, el Comité ReCIBE, Red de Comités para la Integración y Bienvenida, impulsa la Semana de la Movilidad Intercultural, una jornada de actividades diseñada para visibilizar las distintas realidades de las personas en tránsito y promover la empatía dentro de la comunidad universitaria. A través de talleres, proyección de documentales, espacios artísticos y mercaditos interculturales, esta iniciativa busca abrir un diálogo informado que contrarreste la desinformación y los estigmas en torno a la movilidad humana. En este sentido, conversamos con Fernanda Mía Garrido Damián, Diana Itzel Marquez Hernández, Karol Michelle Banzer Esquivel y Karla Mondragón Coronel, estudiantes del tercer semestre de la Licenciatura en Relaciones Internacionales y miembros del Comité.

Los organizadoras explican que esta propuesta también se enmarca en el compromiso adquirido por la Universidad Autónoma de Querétaro al firmar la Cátedra Sergio Vieira de Mello, en colaboración con ACNUR, lo que reconoce a la institución como un espacio de acogida para estudiantes en contexto de movilidad. Bajo este principio, señalaron que la universidad no solo debe garantizar oportunidades académicas, sino generar ambientes donde quienes llegan desde otras realidades se sientan bienvenidos e integrados.

Sin embargo, llevar la Semana de la Movilidad Intercultural más allá del campus ha implicado diversos retos. Karol Michelle explicó que uno de los mayores desafíos fue la resistencia inicial de algunas personas que, al conocer que el enfoque estaba dirigido a población migrante, preferían no involucrarse. A esto se suma, como compartió Diana Itzel, la apatía derivada de la desinformación, especialmente entre sectores que no han tenido contacto directo con historias de movilidad y no logran dimensionar el trasfondo humano de estos contextos.

Frente a ello, Karla destacó la importancia de invitar a la comunidad a reconocerse también como parte de procesos de movilidad, ya sea personal o familiar. Comprender que el movimiento es una constante en la historia de vida de muchas personas permite abrir miradas más empáticas y generar procesos de sensibilización genuina. “El primer paso es reconocernos en movimiento para poder mirar con empatía la movilidad de otras personas”, compartió.

Entre las actividades programadas para esta edición se encuentran un taller de desmitificación sobre migración, una jornada de voluntariado en el Albergue Toribio Romo —con transporte gestionado desde la Facultad— y una convocatoria para donar alimentos no perecederos. También se realizará la proyección del documental El sueño de Kamal, en colaboración con Documenta y el colectivo Querétaro por Palestina, acompañada de un conversatorio a cargo de un docente especialista en Medio Oriente. La semana culminará con un bazar intercultural y música en vivo en la Casa del Faldón, donde emprendedores en contextos de movilidad ofrecerán sus productos para fortalecer su economía y visibilizar sus iniciativas.

Las estudiantes reconocieron el acompañamiento de instituciones y colectivos como la Red para la Integración de Personas en Contextos de Movilidad, el CAMI, Documenta, la Secretaría de Cultura del Estado, el Albergue Toribio Romo y diversos comercios locales que se sumaron desde la solidaridad. Señalaron que esta articulación comunitaria es clave para dar mayor alcance al mensaje y ampliar el impacto más allá de los espacios académicos.

 

Finalmente, Fernanda Mía hizo un llamado a las y los estudiantes a participar activamente y comprender que la sensibilización también es una forma de construir entornos seguros y humanos para quienes llegan a esta universidad buscando nuevas oportunidades. “Como comunidad de acogida, tenemos la responsabilidad de abrir espacios donde todas las personas puedan sentirse reconocidas y acompañadas”, afirmó.