¿Conoces la importancia de contar con nuevos anticonceptivos masculinos? En este artículo, el Mtro. Jorge Arturo Torres Juárez y la Dra. Ana Alicia Sánchez Tusie, del Centro de Investigación Biomédica Avanzada de la Facultad de Medicina de la UAQ, así como Quetzaly Montoya Medina, estudiante de la Licenciatura en Químico Farmacéutico Biólogo, nos comparten más al respecto.

Los embarazos no planeados son un problema de salud pública que afecta a las mujeres, sus familias y a la sociedad. Globalmente, se estima que el 44% de los embarazos son embarazos no planeados y, en México, este porcentaje aumenta a 55%. De estos embarazos, cerca del 18% corresponde a embarazo adolescente en México, lo que coloca al país en el primer lugar en embarazo adolescente entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Además de su alta prevalencia, los embarazos no planeados afectan negativamente en la salud. Por ejemplo, tener un embarazo no planeado se ha asociado a un aumento en el consumo de drogas recreativas durante el embarazo, mayor estrés y depresión materna, menor desarrollo socioeconómico y muerte materna por aborto. Así, el alto impacto en la salud de los embarazos no planeados y su alta prevalencia, resaltan la necesidad de desarrollar nuevas herramientas de planificación familiar.

Dentro de estas posibles herramientas, una opción atractiva es el desarrollo de nuevos métodos anticonceptivos dado que la mayoría de los embarazos no planeados son el resultado del fallo anticonceptivo o de la ausencia de su uso. En particular, desarrollar nuevos anticonceptivos masculinos promete resolver importantes desventajas de los anticonceptivos masculinos actuales. Por ejemplo, la vasectomía no es reversible de forma consistente y el condón tiene una tasa de fallo anual mayor al 10%. Enfatizando estas desventajas, tanto la vasectomía como el condón son escasamente utilizados por el 2 y 21% de los hombres, respectivamente.

Aún más, desarrollar nuevos anticonceptivos masculinos facilitaría compartir de forma equilibrada la responsabilidad de la planificación familiar. Esto es particularmente importante ya que el cuidado anticonceptivo ha recaído principalmente en la mujer y se ha justificado por la disparidad en el número de opciones anticonceptivas femeninas.

Por otro lado, en cuanto a la aceptación del uso de nuevos anticonceptivos masculinos, entre el 14 y el 83% de los hombres estarían dispuestos a usarlos y más del 70% de las mujeres confiarían este cuidado a su pareja. En particular, cerca del 65% de los hombres en México aceptaría usar un nuevo anticonceptivo masculino.

De esta forma, existe tanto un interés público como una necesidad de desarrollar nuevos anticonceptivos masculinos efectivos y reversibles que permitan hacer frente al gran número de embarazos no planeados.