Por Dra. en C.S. Ruth Magdalena Gallegos Torres, Facultad de Enfermería
Los motivos que llevan a que no se siga un tratamiento médico son diversos y necesitan valorarse para garantizar que este se siga o bien, se ajuste. Robertha Medoza Reyes, una investigadora de la Ciudad de México los compila en categorías:
Personales:
Que la persona no esté “preocupada” por su padecimiento
Desconocimiento de la seriedad de la enfermedad
Desconfianza hacia el tratamiento
Desconocimiento o desconfianza hacia los efectos de los medicamentos
No hay motivación hacia la recuperación de la salud
Se considera que el padecimiento “no es grave”
Ser un niño o adulto mayor
Nivel educativo y económico bajo
Problemas emocionales
Mitos y creencias sobre la enfermedad
Resistencia a un cambio de rutina más saludable
Del régimen terapéutico
Tener varios tratamientos
Incomprensión
Uso complejo de la medicación
Aparición de efectos secundarios
Otros
De la enfermedad
No hay síntomas
Ausencia de complicaciones
La persona ya se habituó a la molestia de los síntomas
Más de una enfermedad presente
Características familiares y/o sociales
Problemas de comunicación
Violencia o falta de apoyo en el manejo de la enfermedad
Falta de cuidador (cuando alguien lo requiere)
Escasa supervisión en la toma de medicamentos
Soledad (vivir solo)
Características del sistema sanitario
Cambio de médico
Dificultad de acceso al servicio médico
Costo de la atención médica
Otros
Del personal sanitario
Lenguaje demasiado técnico
Falta de empatía hacia los pacientes
Intensificación en pruebas innecesarias
Desconfianza