La psicología del color en la arquitectura adquiere una relevancia crucial al determinar cómo los colores en los espacios construidos pueden influir en las emociones, comportamientos y percepciones de las personas. Este conocimiento permite a los arquitectos y diseñadores crear ambientes que no solo sean estéticamente agradables, sino que también fomenten el bienestar y la productividad.

En este sentido, Samantha Domínguez Alvarez, estudiante de la Licenciatura en Arquitectura, nos comparte más al respecto.

RESUMEN

Es curioso cómo los espacios tienen la capacidad de influir en nuestro estado de ánimo. Las construcciones, en su esencia, buscan crear ciertas reacciones interiores en quienes las habitan. Estas emociones no son aleatorias, son cuidadosamente estudiadas y previstas por el diseñador, quien tiene la responsabilidad de concebir un espacio con la intención de hacernos sentir de una manera específica. Por ejemplo, un espacio puede estar diseñado para evocar tranquilidad, relajación, inquietud, etc., dependiendo de su propósito y de los factores considerados en el diseño.

Dentro de este texto, exploraremos la importancia que tiene la arquitectura en nuestras vidas, centrándonos particularmente en el estudio de los colores utilizados en el diseño arquitectónico. Los colores tienen el poder de evocar emociones y estados de ánimo específicos de manera indirecta. Veremos cómo diferentes colores pueden transformar un ambiente, y cómo los diseñadores utilizan esto para crear espacios adaptados a las intenciones de cada proyecto. A través de esto, comprenderemos mejor el impacto de la arquitectura en nuestra vida y la manera en que nos relacionamos con esta.

ABSTRACT

It’s curious how spaces can influence in our mood. Buildings, in their essence, aim to create certain internal reactions in those who inhabit them. These emotions are not random; they are carefully studied and anticipated by the designer who has the responsibility to conceive a space with the intention of making us feel a specific way. For example, a space can be designed to evoke tranquility, relaxation, unease, etc., depending on its purpose and the factors considered in the design.

In this text we will explore the importance that architecture has in our lives, particularly focusing on the study of colors used in architectural design. Colors have the power to evoke specific emotions and moods indirectly. We will see how different colors can transform an environment, and how designers use this to create spaces adapted to the intentions of each project. Though this, we will understand better the impact of architecture on our live and the way we interact with it.

PALABRAS CLAVE:

Arquitectura, color, diseño.

INTRODUCCIÓN

La investigación tiene como objetivo destacar la importancia de la arquitectura en la vida de las personas y cómo su percepción puede ser influenciada por los colores y materiales utilizados en el diseño.

Según Martínez (1979) los colores pueden influir en las emociones de las personas, y cada uno de ellos tiene la capacidad de generar diferentes reacciones en cada individuo (p. 36). Todos tenemos una manera de percibir las cosas, es lo que nos diferencia uno del otro y que ayuda a que cada obra sea única. Como afirman Rolón, Picón y Castelles (2021): “la percepción de los colores es completamente subjetiva. Además, hay muchas facetas que pueden cambiar por completo el cómo se perciben los colores” (p. 48).

El significado puede variar debido a numerosos factores, ya sea por motivos sociales, religiosos, naturales y culturales. Según Martínez (1979): “la mayor parte de estos colores simbólicos difieren según la cultura y la época”. Conocer el significado que se le da a los colores en las distintas culturas es imprescindible a la hora de diseñar, esto se puede conocer realizando una investigación previa y así poder conseguir el resultado y las emociones deseadas. Incluso cada tonalidad de cada color tiene un propósito distinto en el diseño. Según Chauvie y Risso (2003): “suelen considerarse los colores claros como más alegres y lo oscuros como más tristes. De la misma manera que los colores cálidos resultan más estimulantes y dinamizantes y los fríos más sedantes y calmantes” (p. 16).

Para los diseñadores, es esencial entender los efectos que los colores tienen en las personas para así lograr las emociones y reacciones deseadas.

DESARROLLO.

La percepción de los colores se produce por medio de un proceso a través de la luz, Chauvie y Risso (2003) definen los siguiente:

“El proceso que define el color es (…) el siguiente: la luz es emitida por la fuente, atraviesa el medio, que en este caso es el aire, e incide en el objeto: parte de la luz es reflejada, parte transmitida y parte absorbida por el propio objeto. La energía reflejada o transmitida atraviesa nuevamente el espacio, y es captada por el ojo observador” (p. 07).

Es por eso que podemos deducir que el color de cada objeto puede variar dependiendo de la cantidad de luz que transmitan, esto puede deberse a factores como el material, la forma, la textura del objeto y al tipo de luz que se le aplique.

Es fundamental para un diseñador conocer las propiedades de los colores y cómo se clasifican. Los colores se dividen en varias categorías: colores primarios, que no pueden obtenerse con la mezcla de otros colores, y estos a su vez se dividen en los sistemas RGB (red, green & blue) y CMYK (cian, margenta, yellow & blacK). Los colores secundarios, que resultan de la mezcla de dos colores primarios, y los colores terciarios que se obtienen de la combinación de un color primario con uno secundario. Esta es una clasificación basada en las posibles mezclas de colores. Además, existe una clasificación según su ubicación en el círculo cromático: colores análogos, alternos, entre otros (Stivala, Pezzucchi, & Anguio, 2014, pp. 4-5).  

Por otra parte, Stivala, Pezzucchi y Anguio (2014) mencionan las propiedades del color, son las que distinguen cada color entre sí y se dividen principalmente en: matiz, valor, saturación y temperatura. También nos hacen una descripción de cada propiedad, definen el matiz como la característica que nos permite a diferenciar un color en su estado puro, sin la adición de negro o blanco. El valor lo determinan como la ‘cantidad’ de luz que posee un color, es decir, los colores más claros contienen una mayor luminosidad y, por tanto, un mayor valor, mientras que los colores más oscuros tienen un menor valor. La saturación la refieren como la pureza del color, cuanto más puro es el color, mayor es su saturación. Finalmente, hacen una descripción de la temperatura, ésta la dividen los colores en cálidos (violetas, rojos, naranjas y amarillos) y fríos (amarillo, verde, azul y violeta) (pp. 4-8).

En la arquitectura, la elección de los colores es fundamental, ya que pueden afectar el estado de ánimo de las personas y su manera de desenvolverse en el espacio. Tienen el poder de cambiar la percepción de los entornos y, además, la forma y el lugar en que se aplican, también influyen en estos efectos. Cada persona tiene una percepción y gustos distintos respecto a los colores y los elementos arquitectónicos. Para Álvarez (2011), jugar con los colores dentro de un espacio puede significar un cambio en su percepción física: “un arquitecto conoce como usar el color para crear una habitación más cálida o fría, más grande o pequeña, más alta o baja o más reposada o inquieta” (p.9). Por esta razón, los colores se pueden clasificar según los efectos que tienen sobre los usuarios, y así poder determinar en qué espacios es más adecuado para ser utilizados.

Es así como varios autores han realizado una clasificación de acuerdo con los usos, el significado y la posible aplicación de cada color en el ámbito de la arquitectura.

·      Azul: brinda una sensación de seguridad, frescura y de confianza. Se recomienda para espacios de negocios, oficinas, entre otros. Y es usado principalmente en elementos puntuales (Alva, 2020, p.15; Pereira, 2018);

·       Verde: otorga una sensación de bienestar y calma, es usado en lugares enfocados en el bienestar de las personas ya que brinda emociones positivas y ayuda a reconectar con la naturaleza (Cortés, 2021; Pereira, 2018);

·       Amarillo: este color transmite alegría, calidez, curiosidad, etc. Es usado en ambientes escolares y en espacios de comida rápida, es un color llamativo que crea atención de los comensales (Cortés, 2021; Pereira, 2018);

·      Naranja: genera creatividad, felicidad y entusiasmo. Puede ser utilizado en oficinas y escuelas para obtener una mayor creatividad de los trabajadores y estudiantes (Cortés, 2021; Pereira, 2018);

·      Rojo: evoca peligro, energía y calidez, y es utilizado principalmente en espacios de consumo.  Pero puede resultar incómodo para los usuarios si los espacios se recubren por completo por este color (Alva, 2020, p.12; Cortés, 2021; Pereira, 2018);

·      Rosa: se utiliza para generar delicadeza, esperanza y armonía (Cortés, 2021). Es un color agradable a la vista y muy utilizado en los proyectos del arquitecto mexicano Luis Barragán;

·      Violeta: se percibe como un color calmante, misterioso y fantasioso (Cortés, 2021).

Como recomendación, Álvarez (2011) nos dice que los colores en su estado puro usualmente se utilizan en elementos puntuales para atraer la atención y no en superficies completas (p.7). Sin embargo, considero que esto puede variar, la clave está en atreverse a usarlos estratégicamente para obtener los resultados deseados. Cómo vimos anteriormente en el texto, personas se pueden ver influenciadas y arraigadas a ciertas experiencias, tradiciones, religiones y costumbres que hacen de la elección de los materiales y colores algo más complejo que sólo una elección vaga. Al utilizar distintos elementos arquitectónicos, se debe de tener en cuenta más que sólo la percepción y los gustos de las personas, Álvarez (2011) nos dice:

“El concepto del color ya no se considera como un simple valor estético o decorativo, sino como un medio para obtener los mejores resultados funcionales y de ambiente de acuerdo con la luz, con los materiales y con las líneas” (pp.9-10).

Otro factor para considerar es la armonía, para lograrla se ven involucrados factores como la iluminación, la forma y las texturas. Chauvie y Risso (2003) nos dicen lo siguiente:

“Es recomendable no usar más de tres tonos en una misma composición. A mayor área conviene usar un color más neutro (más agrisado, menos saturado). El área siguiente en tamaño puede tener un color más saturado. En caso de haber un tercer color sería el más saturado de todos y ocupará el área menor” (p.28).

Además de esto, es fundamental considerar cómo y dónde se aplica, la percepción del espacio puede variar según la ubicación y la tonalidad del color utilizado, produciendo diversos efectos visuales. Por ejemplo, Pereira (2018) nos explica que al aplicar tonalidades oscuras en el techo o en el muro central de una habitación puede hacer que el espacio se perciba como más reducido. Esto subraya la importancia de una aplicación cuidadosa del color en el espacio adecuado para lograr el efecto deseado.

CONCLUSIÓN.

En conclusión, el diseño arquitectónico va mucho más allá de la simple disposición de estructuras físicas. Los colores, materiales, iluminación y otros elementos influyen en la percepción de los espacios, ya que estos tienen la capacidad de transmitir sensaciones, crear experiencias y evocar recuerdos. Es esencial que los arquitectos y diseñadores comprendan cómo estos elementos impactan en la vida de las personas que interactúan con los espacios diseñados.

El proceso comienza con un entendimiento de cómo se generan los colores, su comportamiento y sus propiedades. Esto debe ir acompañado por las emociones y sensaciones que cada color puede evocar por sí mismo. Además, es fundamental considerar cómo los colores se usan en la arquitectura en combinación con otros elementos y cómo generan texturas, sombras y tonalidades distintas. Estos factores afectan directamente las características del espacio, dando un significado completo al color y un sentido coherente al ambiente.

Todos estos factores -colores, materiales, iluminación y texturas- crean una serie de emociones e impresiones que son y deberían ser cuidadosamente definidas por el diseñador. El objetivo final es asegurar que el que el usuario que habite estos espacios arquitectónicos se sienta plenamente satisfecho y las sensaciones provocadas en ellos sean las planeadas. Un diseño bien pensado puede mejorar significativamente la calidad de vida de las personas, no sólo proporcionando espacios funcionales y estéticos, sino que también promuevan el bienestar físico y psicológico.

BIBLIOGRAFÍA