Josefa Ortiz de Domínguez, conocida popularmente como "La Corregidora de Querétaro," fue una figura clave en la lucha por la independencia de México. Nació el 19 de abril de 1773 en Valladolid (hoy Morelia, Michoacán) y murió el 2 de marzo de 1829. Su papel durante los primeros años del movimiento independentista ha sido destacado por su valentía y convicciones en favor de la libertad y la justicia.
A finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, México, entonces conocido como el Virreinato de la Nueva España, era una colonia del Imperio español. Las injusticias sociales, el maltrato a los indígenas y mestizos, y las influencias de las ideas ilustradas europeas, como la Revolución Francesa, alentaron a los criollos (descendientes de españoles nacidos en América) a buscar la independencia de la metrópoli.
Josefa Ortiz de Domínguez estaba casada con Miguel Domínguez, corregidor de Querétaro, lo que le otorgaba una posición influyente dentro de la sociedad de la época. Sin embargo, su compromiso con la causa independentista trascendía su estatus social.
La Conspiración de Querétaro, organizada en 1810, fue un movimiento clandestino que planeaba derrocar al gobierno virreinal y establecer un gobierno autónomo en Nueva España. En las reuniones secretas que se llevaban a cabo en Querétaro, Josefa jugó un papel fundamental, utilizando su casa como lugar de encuentro para los conspiradores, entre los que se encontraban Miguel Hidalgo, Ignacio Allende y Juan Aldama.
Cuando el complot fue descubierto en septiembre de 1810, fue Josefa quien alertó a los líderes de la insurgencia sobre la traición. Aunque su esposo, el corregidor Miguel Domínguez, intentó detenerla y confinarla en su hogar, ella logró enviar un mensaje al cura Miguel Hidalgo y a los demás insurgentes, advirtiéndoles del inminente peligro. Este aviso permitió a Hidalgo y a sus seguidores adelantarse a los acontecimientos, lo que resultó en el famoso Grito de Dolores el 16 de septiembre de 1810, marcando el inicio de la Guerra de Independencia.
Después de la traición descubierta, Josefa Ortiz de Domínguez fue arrestada y encarcelada en distintos conventos y prisiones. A pesar de las presiones y el encarcelamiento, nunca renunció a sus ideales independentistas. Su firmeza y determinación en la defensa de los derechos de los mexicanos oprimidos la convirtieron en un símbolo de la resistencia ante la dominación española.
Josefa Ortiz de Domínguez es recordada como una de las primeras mujeres en México en luchar abiertamente por la independencia y la justicia social. Su valentía y su capacidad para desafiar las estructuras de poder de su tiempo la han consagrado como una de las heroínas más importantes de la historia mexicana. Querétaro y otras partes del país han inmortalizado su memoria con monumentos, escuelas y calles que llevan su nombre.
El título de "La Corregidora" no sólo alude a su relación con su esposo, sino que representa su liderazgo en la causa de la libertad. Su legado perdura como un ejemplo de valor, integridad y compromiso con la justicia social y la independencia de México.