En la Facultad de Ingeniería la innovación y el compromiso social se unen en proyectos que impactan directamente a la comunidad universitaria. Uno de estos proyectos es el desarrollo de dispensadores de agua purificada, liderado por el equipo de Diseño Industrial en Centro Universitario y el Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico “Tequexquite” en Campus de Tequisquiapan.

En esta ocasión, el profesor Jesús Adrián Moreno Pérez, miembro de este proyecto, compartió que el proyecto de los dispensadores de agua purificada nació en 2019, tras la inauguración de una planta purificadora en la Facultad de Ingeniería. La idea original surgió cuando se consideró que el acceso al agua potable debía extenderse más allá de las áreas administrativas, acercándolo a los estudiantes en espacios abiertos y de fácil acceso.

Desde el principio, la intención fue diseñar un dispensador que no sólo cumpliera su función, sino que también se integrara armoniosamente en el entorno universitario, facilitando su uso para toda la comunidad.

Actualmente, la Facultad de Ingeniería cuenta con tres dispensadores en sus instalaciones, mientras que otros Campus como Tequisquiapan y Aeropuerto, así como la Facultad de Derecho, en Centro Universitario, también han sido beneficiados con esta iniciativa. La planta purificadora más grande se encuentra en el Centro Universitario, pero su modelo ha sido replicado en otras sedes con plantas más pequeñas que abastecen los dispensadores locales.

Para el profesor Moreno, la importancia de este proyecto radica en la capacidad de los universitarios para aplicar sus conocimientos en soluciones que benefician a la comunidad. El éxito de los dispensadores de agua no sólo se mide por su uso en la Universidad, sino también por el interés que ha despertado en gobiernos municipales, como los de Tequisquiapan y Cadereyta, que ven en este diseño una posible pieza de mobiliario urbano para sus centros históricos. Este interés externo subraya el potencial de los proyectos universitarios para trascender más allá de las aulas y tener un impacto positivo en la sociedad.

A pesar del éxito alcanzado, el proyecto enfrenta desafíos técnicos, especialmente en la instalación de dispensadores en puntos más alejados de la planta purificadora. La siguiente fase del proyecto se centrará en desarrollar dispensadores más autónomos, con sistemas de filtrado integrados, que puedan ubicarse en áreas con alta afluencia de personas sin depender de una planta cercana. Este avance técnico busca mejorar la funcionalidad, así como aumentar la durabilidad de los materiales y la facilidad de instalación, manteniendo el diseño que ya ha sido bien aceptado por la comunidad.

Un aspecto importante que destaca el profesor Moreno es la necesidad de vinculación entre distintas facultades para llevar este proyecto al siguiente nivel. Si bien el diseño industrial ha sido la base del proyecto, su evolución requerirá la colaboración de otras disciplinas, como la ingeniería en automatización, ingeniería civil y arquitectura, para optimizar tanto el diseño como la funcionalidad de los dispensadores en diversos entornos.

Para aquellos interesados en conocer más sobre el proyecto, pueden acercarse a la Facultad de Ingeniería, específicamente a la carrera de Diseño Industrial en los Campus Tequisquiapan o Centro Universitario.