¿Conoces el funcionamiento de los nuevos anticonceptivos masculinos? En este artículo, el Mtro. Jorge Arturo Torres Juárez y la Dra. Ana Alicia Sánchez Tusie del Centro de Investigación Biomédica Avanzada de la Facultad de Medicina de la UAQ, junto con Jesús Magos Trejo, estudiante de la Licenciatura en Químico Farmacéutico Biólogo, profundizan más al respecto.
Con el fin de hacer frente al gran número de embarazos no planeados, existen diferentes estrategias que se han desarrollado en el diseño de nuevos anticonceptivos masculinos. De acuerdo con su naturaleza farmacológica, estos se dividen en hormonales y no hormonales, y de acuerdo con su momento de acción se dividen en desarrollo, bloqueo y función.
Los métodos hormonales buscan alterar el desarrollo de los espermatozoides afectando el proceso de espermatogénesis. Este proceso comienza con la división y diferenciación de células diploides (dos juegos de cromosomas) a células haploides (un juego de cromosomas). Asimismo, ya que este proceso es dependiente de la hormona testosterona, los métodos hormonales aprovechan la autorregulación de los niveles hormonales del cuerpo para reducir los niveles de testosterona mediante la aplicación de andrógenos exógenos. De esta forma, los métodos hormonales reducen los niveles de testosterona y el número de espermatozoides producidos.
De forma similar, existen blancos moleculares no hormonales indispensables para la espermatogénesis como la proteína específica del bromodominio testicular, las cinasas serina específicas de testículo y el receptor retinoico alfa. Éste último es el blanco molecular que ha tenido mayores avances de investigación, habiendo terminado estudios de fase clínica I.
Otra opción en el diseño de anticonceptivos masculinos son los métodos de bloqueo. Estos métodos buscan detener el tránsito de los espermatozoides al momento de la eyaculación mediante la aplicación de polímeros en el conducto deferente. Ejemplos de ellos son Vasalgel, RISUG y el hidrogel de ADAM. Aunque estos han tenido gran popularidad en redes sociales, es importante aclarar que se encuentran todavía en investigación, por lo que no es posible obtenerlos comercialmente.
Por su parte, existen blancos moleculares no hormonales indispensables para el correcto funcionamiento de los espermatozoides. Estos métodos tienen la ventaja de alterar la función de células ya desarrolladas por lo que no requerirían del tiempo de espera (dos meses aproximadamente) de los métodos dirigidos a la espermatogénesis para observar sus efectos ni del mismo tiempo para revertirlos. Por ejemplo, la adenilato ciclasa soluble es indispensable para la motilidad de los espermatozoides y estudios recientes han demostrado que es posible observar su efecto anticonceptivo en una ventana de tiempo de unas pocas horas posteriores a su administración.
De igual forma, otros blancos moleculares indispensables para el correcto funcionamiento de los espermatozoides son el canal de calcio CatSper y el canal de potasio SLO3. Estos canales se expresan de forma exclusiva en el flagelo del espermatozoide y regulan el estado iónico de los espermatozoides durante el proceso de capacitación. La capacitación ocurre en el tracto genital femenino y es un proceso indispensable para la fertilización. De esta forma, llegar a identificar antagonistas específicos de los canales es una opción atractiva para la generación de anticonceptivos masculinos reversibles y bajo demanda.
Así, existen diferentes estrategias a la hora de diseña