Iniciamos el trabajo comunitario, donde los estudiantes se integran a programas de atención en el Semidesierto y la Sierra Gorda. Nos preparamos para el desafío de vincularnos fuera del ámbito universitario, enfocados en el autocuidado, el cuidado mutuo y la sostenibilidad. En este artículo la Mtra. Tanya González García nos comparte más sobre ello.

Llamamos "autocuidado" a poner atención a donde estamos, a estar en el aquí y el ahora, sin ideales o prejuicios, a percatarnos de dónde y cómo estamos, desde preguntas sencillas como ¿qué veo desde donde estoy?, ¿con qué postura saludo a quien tengo cerca?, ¿cómo siento el clima?; entre otras menos sencillas como ¿con qué gesto recibo los alimentos compartidos?, ¿las consignas las enuncio como invitación u obligación? o ¿qué me corresponde hacer en esta situación?, entre otras.

Autocuidado como agenciamiento, expresión de solución a situaciones concretas para mantenernos bien y aportar a los trabajos en común con quienes habitan la localidad donde se desarrolla el programa y quienes integran la brigada. También expresa la apuesta ética de hacer en común, sin ir más allá de las fuerzas propias, sin llevar a otras personas al límite, sin sacrificarse; requiere no subestimar ni sobreestimar, buscar la prudencia y entendimiento en la justa dimensión de lo que ocurre, para ello, es importante estar plenamente en lo que está ocurriendo. 

"Cuidado mutuo" lo entendemos como la manifestación del autocuidado en relación con el bien común, distinto al individualismo o la irresponsabilidad, en el individualismo la finalidad es el placer y/o los planes individuales no las tareas comunes que dan origen al trabajo comunitario y la vinculación social, se corre el riesgo de equiparar el trabajo comunitario con vacaciones de verano, lo cual va diluyendo la responsabilidad individual para ponerla en el equipo de trabajo, responsables de brigada o la propia universidad como un gran individuo. 

En el cuidado mutuo, nos apoyamos entre todos los que compartimos una actividad común, como el trabajo comunitario. La brigada y cada persona son valiosas para todos. Estas relaciones se construyen gradualmente, no surgen por sí solas ni se imponen. Es fundamental crear y respetar acuerdos, preguntar en lugar de suponer, evitar hablar en nombre de otros, ofrecer retroalimentación sobre el trabajo, mantener limpios los espacios comunes y participar no solo en lo que nos gusta, sino también en lo que es necesario.

Pensamos que vincularnos con diferentes localidades del Semidesierto y la Sierra Gorda es un lazo entre las poblaciones y la universidad que queremos que perdure.

La "sostenibilidad" la entendemos como la cualidad de sostener, es decir, de mantener relaciones a partir del cumplimiento de metas comunes. 

El objetivo es que se recuerden con alegría y gratitud las experiencias y metas alcanzadas, tanto por los estudiantes como por los habitantes de las comunidades. También es importante reconocer a quienes, desde otras instituciones, gestionan espacios, alimentos, permisos o cualquier otro material necesario para el trabajo comunitario. Para quienes colaboramos en la dirección de vinculación, el deseo es sonreír sabiendo que hemos cumplido con nuestro deber de manera amorosa.